Reportaje fotográfico - Skaters

–¿Para qué son las fotos?– me pregunta Tobías– ¿Son para una nota, algo así?

–No, es para una página doble central, que sale los domingos. Es una cosa más visual, no es una nota.
–Ah, pensé que era algo onda Tribus Urbanas, eso.

–No, nada que ver– contesto, mientras imagino que si hubiera dicho que sí, obtendría mucha menos colaboración. –La idea es poner sólo fotos, y algún texto corto. ¿Por?

–Y, lo que pasa es que para todo el mundo, somos todos floggers.
Supongo que hay una gran diferencia: los skaters andan sobre tablas con ruedas, saltando acá y allá, evitando romperse la crisma. Aunque se parezcan, no son iguales.
–¿Los discriminan por andar con el skate?– pregunto.

–Todo el tiempo. Para la mayoría, andamos drogados o borrachos todo el día.
–Pero, si estuvieran drogados o borrachos no podrían hacer equilibrio sobre la tabla.

–Claro. Por lo menos, nosotros no podríamos. Aunque hay algunos que sí... jajajaja
Ríen todos. Tobías, Iván y Agustín, adolescentes con ruedas.

–¿Porqué el skate y no los rollers, por ejemplo? ¿Lo usan como medio de transporte, o se suben al colectivo con la tabla?

–Y, si queda lejos, nos subimos al bondi. El resto del tiempo, lo usamos como transporte.
Antes de encontrarme con ellos, entré a algunas páginas de Internet, para interiorizarme un poco. Entre tanto que hay, consejos sobre como elegir tablas, las mejores ruedas, accesorios y demás cosas, encontré instrucciones para realizar algunas de las acrobacias.
Por ejemplo: Ollie.
Es el truco básico del skateboard, de él derivan casi todos los demás. Consiste en saltar con la tabla sin agarrarla con la mano. Para realizarlo se siguen los siguientes pasos:
Se coloca un pie más o menos en el medio de la tabla y el otro en la punta trasera o tail.
Se toma impulso para saltar, se le da un golpe seco al tail y se desliza el pie que estaba en medio de la tabla a los tornillos delanteros (raspando).
Estando en el aire, se suben los pies, flexionando las rodillas si se quiere una altura mayor.
Se toca el suelo con las rodillas flexionadas para amortiguar la caída, tratando que la tabla aterrice horizontalmente.
Es más fácil practicarlo en un sitio donde la tabla no se deslice fácilmente.
(Olvidaron recomendar: tratar de no fracturarse todos los huesos.)
Envidio sanamente, a la vez que admiro, a estos chicos. Yo nunca pude hacer eso. Fui siempre demasiado alto, excusa galante para decir que fui siempre demasiado torpe. Las patas abajo se me hacen un nudo. A duras penas puedo mantener el equilibrio sobre los pies, mucho menos sobre un skate. Que, además, en mi época se llamaba patineta.