Luego de solucionado el conflicto, los basureros vuelven a su trabajo. Por la calle la gente los saluda.
Una chica pasa (casi diríamos desfila) mientras los empleados de Cliba aplauden.
Los basureros esperan frente a la Municipalidad.
La empresa Cliba, responsable de la recolección de basura en la ciudad, ante la rescición del contrato, amenaza despedir a 1.100 empleados. Los basureros se declaran en huelga mientras esperan el resultado de las negociaciones con la empresa y con la Municipalidad. Mientras tanto, la basura crece y crece.